"El Hombre de Mimbre" (1973): Ojo con los rituales paganos setenteros
- Javi Ocaña
- 29 may 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 16 may 2023
Hoy hablamos de una película clave y muy influyente en el cine de terror. Abordamos El hombre de mimbre (1973) de Robin Hardy.

Christopher Lee, impecable como siempre. Esta, de hecho, es la película que más le gusta de toda su extensa filmografía.
El hombre de mimbre es una película de 1973 dirigida por Robin Hardy y protagonizada por Edward Woodward, Christopher Lee y Britt Ekland. Cuenta la historia de Neil Howie (Edward Woodward), un sargento de policía que recibe una carta anónima que solicita su presencia en una remota isla llamada Summerisle. Allí el inspector se entera de que hay una especie de culto pagano, y conoce a Lord Summerisle (Christopher Lee), el líder religioso de la isla.

Sin duda, el escenario escocés es uno de los puntos fuertes de la película.
Para poneros en contexto, en 1967 el guionista británico Anthony Shaffer compró los derechos de la novela Ritual, para escribir un guión en base a ella. Este presentó la idea al actor Christopher Lee y al productor Peter Snell, con el que tenía deseos de hacer una película. No obstante, el plan fue rechazado con el argumento de que el material original no era tan bueno. Debido a esto, los productores decidieron escribir una nueva historia, en lugar de adaptar la novela, utilizando elementos de esta.

Nuestro protagonista, en una de las escenas en las que se empieza a notar que en esta isla las cosas no son como parecen.
El hombre de mimbre es una película inclasificable. Es considerada una de las películas de terror más influyentes de la historia, pero viéndola es difícil categorizarla en un género. ¿Es una película de terror? ¿Un thriller? ¿Un musical?. Es una película sin rodeos que te mete en el argumento desde el primer minuto de esta, siendo una película con un ritmo a destacar y una fotografía muy decente que muestra lugares preciosos de la naturaleza escocesa, ya que la película se grabó en esta tierra.

Los primeros momentos de nuestro protagonista en la isla.
Se puede observar desde el momento en el que nuestro protagonista llega a la isla que hay algo que no va bien. Una sensación de incomodidad que va en "crescendo". Toda esta sensación el espectador la está viviendo desde la mirada ortodoxa de Howie, que no es capaz de entender las tradiciones ortodoxas de los habitantes de la isla. Mencioné previamente que esta película se puede considerar en partes como musical, ya que la cinta utiliza de manera magistral canciones folclóricas que suenan alegres, pero poco a poco revelan las extrañas tradiciones de este peculiar lugar.

Uno de los temas que aborda la película es el choque de la religión cristiana (representada en nuestro protagonsita) con el paganismo (representado en la isla y sus habitantes)
La película trata las religiones como algo alienante para la paz interior de las personas, pero también como el causante de conflictos motivados por la intolerancia entre distintas religiones. Esto se puede observar de manera clara en la opinión de Howie de las costumbres paganas de la isla y de los habitantes de la isla de las costumbres cristianas de Howie. Desmitifica ambas religiones, siendo el cristianismo tradicional de Howie no tan bueno y la manera de vivir de los isleños no tan apacible, como podemos observar en la última parte de la película.

Hay algo muy temible en ver a una figura humana con una máscara de un animal
Hay que añadir también que la película tiene unas interpretaciones magníficas de Edward Woodward y Christopher Lee, que es el que más destaca en toda la película desde mi punto de vista. Ambos hacen un papel creíble a pesar de lo bizarra que puede llegar a ser la historia pero cuando Lord Summerisle (Christopher Lee) aparece en escena, sin duda llena la pantalla con puro talento. El actor hizo esta película como un proyecto que le apasionaba, ya que tenían bajo presupuesto y no podían aceptar los altos honorarios de este actor, que en el momento de la grabación de esta película ya era una estrella por haber participado en películas de terror exitosas como Dracula o La momia.

Nuestros dos protagonistas, tan semejantes como homogéneos
En definitiva, El hombre de mimbre es un claro ejemplo de esa clase de películas que no podemos dejar que el paso de los años haga que nos olvidemos de ella, tanto por su peculiar trama como por su innegable valor histórico. Una de las películas de terror más influyentes de la historia y una prueba irrefutable de como menos puede significar más.
Muchas gracias por leerme, querido/a lector/a. Espero de corazón que hayas disfrutado de la crítica y que hayas descubierto otra película que añadir a tu watchlist. Yo me quedaré aquí viendo películas porque soy, El Cinéfilo Ochentero.
Commentaires