"Mulholland Drive" (2001): Un increíble viaje a lo más metafísico y onírico de la existencia
- Javi Ocaña
- 10 may 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 16 may 2023
Hoy hablamos de la que es considerada una de las mejores películas del siglo XX, Mulholland Drive (2001) de David Lynch

Betty y Rita representándonos a todos viendo la película
Mulholland Drive es una película de 2001 dirigida por David Lynch y protagonizada por Naomi Watts, Laura Harring y Justin Theroux. Cuenta la historia de Betty (Naomi Watts), una futura actriz que viaja a Hollywood para ir a un casting ospedándose en casa de su tía. Allí encuentra a la misteriosa Rita (Laura Harring) que sufre de amnesia debida a un accidente de tráfico en Mulholland Drive. Ambas deciden investigar acerca de quien verdaderamente es Rita y como llegó a esa situación. Esta crítica va a ser spoiler-free, porque me gustaría que disfrutárais de esta película como he podido hacerlo yo.

Si habéis visto la película, sabéis lo que se viene
Para poneros un poco en contexto, Lynch, tras haber dirigido Lost Highway y The Straight Story, decidió embarcarse en una serie que iba a superar a su obra maestra (en mi opinión), Twin Peaks. Lynch presentó la idea a la cadena ABC y en principio le dieron vía libre para grabarla. No obstante, una vez presentó el piloto, la reacción de la cadena no fue la que el esperaba. Hubo una presión intensa por parte de la cadena a Lynch para que modificara el proyecto. Pasaron unos meses hasta que Alain Sarde y la gente de StudioCanal apoyasen a Lynch para convertir ese piloto en una película.

Mulholland Drive es una experiencia única. Jamás había visto algo parecido a esta película. Rompe con las estructuras tradicionales de planteamiento, nudo y desenlace, pero va más allá de películas como Pulp Fiction. Desde el principio de la película, Lynch va dando pequeños detalles de los que uno no se da cuenta hasta que termina la película. La cinta transmite muchas sensaciones del cine de Lynch, como por ejemplo que hayan abundantes secuencias oníricas, pero esta vez llevadas al extremo de lo bizarro, la banda sonora de Angelo Badalamenti ayuda mucho a darle ese toque lynchiano tan característico o un enigma que, aunque salten los créditos, sigue sin estar resuelto.

Lynch dirigiendo a Naomi Watts en el rodaje
Existe un contraste muy destacable durante toda la película entre lo que quiere contar el director y la manera de contarlo. No voy a meterme en temas de teorías porque para eso debería de verme la película de nuevo, aparte de que cada persona que vea la película tendrá su propia interpretación de ella. Tengo que destacar la escena de la cafetería, donde un hombre le explica a otro hombre un aterrador sueño que, minutos después, se hace realidad. Es probablemente uno de los "jumpscares" más efectivos que he visto, ya que el susto que me llevé fue notable.

Esa esquina, esa p*ta esquina
A pesar de compartir tiempo de metraje con la excelente Laura Harring, Naomi Watts ocupa cada esquina de la pantalla cuando aparece. Gracias a Lynch, se dió a conocer en todo el mundo y consiguió el reconocimiento que, sin duda, se merecía. Existe cierta conexión entre lo que ella estaba viviendo durante esos años, siendo una joven actriz y la protagonista de la película. Es increíble la variedad de emociones y registros que esta actriz despliega de manera magistral en la película. Aparte he de mencionar ese final tan apoteósico en el que la actriz alcanza un clímax emocional tan alto que uno se queda varios minutos en shock después de que aparezcan los créditos.

Naomi, Lynch y Laura en el festival de Cannes, donde la película ganó la Palma de Oro (2001)
La dirección y el increíble guión de Lynch, la fotografía de Peter Deming, la banda sonora de Angelo Badalamenti y las actuaciones del reparto, hacen de Mulholland Drive una experiencia que todo amante del séptimo arte debe de experimentar al menos una vez. Hacía tiempo que no me sentía tan fascinado por el poder del cine. Saltaron los créditos y estaba perplejo delante de la pantalla, intentando buscar un respuesta a lo que había visto. Si es cierto que tiene un inicio algo lento, pero eso no es algo que le quite calidad a la cinta. Simplemente se toma su tiempo para plantear la trama. Es una película de dos horas y veintisiete que, a pesar de su considerable duración, no se sentía pesada.

En definitiva, una película que recomiendo encarecidamente a aquellas personas que quieran ver algo distinto y que estén preparados para ver algo distinto, ya que tienes que saber la clase de director que es David Lynch para sentarse a ver una película suya.
Muchas gracias por leerme, querido/a lector/a. Espero de corazón que hayas disfrutado de la crítica y que hayas descubierto otra película que añadir a tu watchlist. Yo me quedaré aquí viendo películas porque soy, El Cinéfilo Ochentero.
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